El mantenimiento de los filtros en una Great Wall Poer es una de las tareas más importantes para conservar su potencia, economía de combustible y durabilidad del motor. Aunque a simple vista parecen piezas menores, los filtros de aire, cabina y combustible son fundamentales para el correcto funcionamiento del vehículo.

Cada uno cumple una función específica y, si no se reemplazan a tiempo, pueden generar daños costosos o pérdida de rendimiento. A continuación, te explicamos con detalle cada cuánto tiempo deben cambiarse, cómo identificar cuándo están sucios y qué beneficios tiene mantenerlos en óptimas condiciones.

Filtro de aire: protege el motor y mejora el consumo

El filtro de aire es el encargado de evitar que el polvo, el polen y las partículas contaminantes ingresen al motor. Un filtro obstruido limita el paso del aire, provocando una mezcla deficiente de combustible y aire, lo que se traduce en menor potencia, más consumo y aumento de emisiones.

En condiciones normales de manejo, se recomienda cambiar el filtro de aire de la Great Wall Poer cada 15.000 a 20.000 kilómetros. Sin embargo, si conduces con frecuencia por caminos rurales, zonas polvorientas o de alta contaminación, lo ideal es reemplazarlo cada 10.000 kilómetros o incluso antes.

Un filtro limpio asegura una combustión eficiente, protege los cilindros y el sistema de admisión, y ayuda a mantener el rendimiento óptimo del motor diésel.

Consejo: revisa el filtro en cada mantenimiento preventivo. Si observas acumulación visible de polvo o notas que el motor se siente pesado o forzado, es momento de cambiarlo.

Filtro de cabina: respira aire limpio dentro del vehículo

El filtro de cabina (también llamado filtro del habitáculo) purifica el aire que ingresa al interior del vehículo mediante el sistema de ventilación o aire acondicionado. Su misión es atrapar polvo, bacterias y partículas contaminantes, garantizando un ambiente más limpio y saludable dentro de la cabina.

El intervalo recomendado de cambio para el filtro de cabina en la Great Wall Poer es de 15.000 a 20.000 kilómetros o una vez al año, según el entorno en el que se utilice el vehículo. En áreas urbanas con mucho tráfico o polvo, conviene reemplazarlo con mayor frecuencia.

Un filtro de cabina sucio puede provocar que el aire acondicionado pierda fuerza, genere malos olores o consuma más energía para funcionar. Además, puede afectar la salud respiratoria de los ocupantes si acumula bacterias o moho.

Consejo: si percibes que el aire acondicionado sopla con poca potencia o notas olores desagradables, revisa el filtro de cabina. Considera usar versiones con carbón activado, que eliminan olores y ofrecen una mejor calidad de aire.

Filtro de combustible: cuida el sistema de inyección diésel

El filtro de combustible tiene una función vital: eliminar impurezas, sedimentos y agua del diésel antes de que llegue al sistema de inyección. Esto es especialmente importante en motores diésel como el de la Great Wall Poer, ya que los inyectores son piezas sensibles que pueden dañarse fácilmente con partículas contaminantes.

En condiciones normales, el filtro de combustible debe reemplazarse cada 20.000 a 25.000 kilómetros. Si utilizas combustible de baja calidad o circulas en zonas donde el diésel puede contener impurezas, es recomendable hacerlo cada 15.000 kilómetros.

Un filtro en mal estado puede provocar pérdida de potencia, fallas al arrancar, tirones durante la marcha o incluso daños costosos en la bomba de inyección. Mantenerlo limpio garantiza una presión estable y un flujo adecuado de combustible hacia el motor.

Consejo: evita esperar a que el motor presente fallas. Incluye el cambio del filtro de combustible dentro de tu rutina de mantenimiento preventivo para conservar la eficiencia y el rendimiento del sistema.

Consecuencias de no cambiar los filtros a tiempo

Ignorar los intervalos de mantenimiento puede generar diversos problemas. Un filtro de aire sucio reduce el ingreso de oxígeno, afectando la potencia y el consumo del motor. Un filtro de cabina saturado contamina el aire interior y puede dañar el sistema de climatización. Por su parte, un filtro de combustible obstruido puede causar fallos graves en la inyección diésel, pérdidas de potencia y dificultad al arrancar.

El costo de reemplazar los filtros es mínimo comparado con el precio de reparar o reemplazar los componentes que pueden dañarse por su mal estado.

Recomendaciones finales para tu Great Wall Poer

Revisar y cambiar los filtros periódicamente garantiza que tu Great Wall Poer funcione de manera eficiente, con menor consumo y mayor durabilidad. Los intervalos recomendados son:

1. Filtro de aire: cada 15.000 – 20.000 km
   
   

2. Filtro de cabina: cada 15.000 – 20.000 km o 1 año
   
   

3. Filtro de combustible: cada 20.000 – 25.000 km
   
   

Si manejas en condiciones exigentes, reduce estos intervalos un 25 %.

Los filtros son piezas esenciales en el mantenimiento preventivo de tu Great Wall Poer. Cambiarlos a tiempo no solo mejora el rendimiento y la potencia, sino que también protege el motor, el sistema de inyección y tu salud dentro del habitáculo.